Hemos logrado superar a todos los demás competidores para fichar al mejor jugador que jamás haya destacado en nuestro deporte. Es una sensación que se asemeja mucho a marcar el gol decisivo para la victoria de tu equipo, o cuando un estadio tan importante como Wembley, el más prestigioso de tu país, corea tu nombre.
David Beckham experimentó exactamente esa misma emoción, como reveló en una reciente entrevista en The Athletic, cuando se enteró de que Leo Messi jugaría para el equipo que él es dueño. Es un equipo que apenas tiene tres años de existencia, y este logro podría marcar un antes y un después en la liga MLS.
El famoso jugador argentino ha firmado un contrato que lo vincula hasta el próximo invierno de 2025. Sin embargo, muchos creen que este fichaje va más allá de Messi mismo, y que su llegada puede tener un impacto significativo que podría superar incluso la influencia de los petrodólares de Arabia Saudita.
Basta con observar cómo fue su debut con la camiseta rosa del Inter de Miami para tener una idea del futuro que le espera: anotó dos goles y brindó dos asistencias en la victoria por 4-0 sobre Atlanta. Este inicio es un indicio del potencial que puede desencadenar su presencia en el equipo.
Siempre tuve la idea de traer a Messi a mi mente. No hay nadie más talentoso. Todo comenzó durante una conversación con mis socios, José y Jorge Mas, mientras compartíamos una copa de vino. Recuerdo que nuestro primer acercamiento con el entorno de Messi fue en 2019, cuando me reuní clandestinamente en Barcelona con Jorge Messi y le expresé que aunque era prematuro, nos encantaría tener a Leo en Miami.
Bekcham, como referente
En 2007, el propio futbolista inglés, con 32 años y proveniente del Real Madrid, se trasladó a Estados Unidos. Algunas personas le advirtieron que estaba tomando un riesgo, ya que la MLS no parecía ser el lugar adecuado para él. A pesar de las dudas, Beckham perseveró y se unió al Los Angeles Galaxy. Ahora, de alguna manera, el británico cree que su propia experiencia en el mundo del fútbol ha ayudado a Messi a dar el paso definitivo y fichar por su club.
Para él, esto fue más que solo un cambio de equipo; lo consideró un proyecto, un legado. No creo que muchos jugadores vean las cosas de esta manera. Muchos ven la oportunidad de jugar en diferentes lugares, pero Leo comprendió que no solo podía transformar el panorama del fútbol en este país, sino también inspirar a la próxima generación. Y no hay mejor lugar para hacerlo que en Miami, donde todos los niños estarán hablando de él, mirándolo y aprendiendo de su ejemplo.
La llamada
Mientras estaba en Japón con mi familia, me desperté a las 5 de la mañana debido a que mi teléfono no dejaba de vibrar. Victoria me dijo: «¿En serio? ¡Apaga el móvil!». Luego, me puse las gafas y exclamé: «¡Viene Leo!». Es emocionante hablar de ello, me pone la piel de gallina.
Es difícil predecir el impacto que la llegada de Messi a Estados Unidos puede tener en una afición que tradicionalmente se ha centrado en deportes como el béisbol o el fútbol americano, cuyas tradiciones han sido transmitidas de padres a hijos durante generaciones. No obstante, con Messi, el impacto puede ser tan significativo que el fútbol podría coexistir de manera importante con estos grandes deportes americanos.