La historia de Starship ha comenzado con un fuerte impacto. El primer vuelo de este cohete, considerado el más potente y avanzado de la historia, terminó en un incendio solo unos minutos después de despegar desde la base espacial Starbase en el sur de Texas. Aunque el despegue fue exitoso, la nave sufrió una explosión inesperada segundos después. Las causas del incidente aún no están claras. SpaceX ha descrito el evento con un lenguaje eufemístico, como si fuera un «desmontaje no programado» antes de la separación del cohete y el propulsor. Los responsables de la misión han prometido investigar las causas del accidente y han destacado la importancia del aprendizaje obtenido en este primer lanzamiento.
Según los comunicados iniciales emitidos por SpaceX, el lanzamiento del jueves fue una «primera prueba de vuelo emocionante». Elon Musk, el fundador de la empresa aeroespacial sudafricana, elogió públicamente al equipo responsable de la misión por el «emocionante despegue» del cohete y anunció planes para un nuevo lanzamiento del Starship en pocos meses. Cabe destacar que este no es el primer incidente de este tipo para SpaceX, ya que en los últimos años han habido varias naves espaciales de la compañía que se han desintegrado durante el despegue o aterrizaje.
Lanzamiento fallido
El cohete Starship tenía programado su lanzamiento desde la base espacial de SpaceX, ubicada cerca de la playa de Boca Chica y a unos 30 kilómetros de la ciudad de Brownsville. Allí, los motores del cohete se encendieron sin problemas y el cohete despegó según lo previsto, manteniendo su trayectoria durante los primeros segundos de vuelo. Sin embargo, después de unos minutos, se produjo un extraño cambio de rumbo en la nave, que provocó una explosión repentina e inexplicable que envolvió la nave en llamas en cuestión de segundos. La explosión ocurrió a unos 30 kilómetros de altura, antes de que el propulsor se separara del cuerpo principal del cohete, después de solo cuatro minutos de vuelo.
Los responsables de la misión han indicado que el objetivo del lanzamiento de este jueves era probar el funcionamiento del cohete y, aunque el vehículo se haya incendiado, esperan aprender algo de la experiencia. Desde SpaceX han declarado que «en una prueba como esta, el éxito radica en lo que aprendemos. El lanzamiento de hoy nos ayudará a mejorar la confiabilidad de Starship mientras trabajamos para convertir la vida en multiplanetaria». Ahora, el equipo técnico se centrará en analizar los datos recopilados durante el corto vuelo del cohete y trabajará para corregir los errores de cara a la próxima prueba de vuelo.
El objetivo del viaje inaugural de Starship era probar el rendimiento de sus motores, propulsores y otros sistemas del cohete, así como las maniobras de vuelo y aterrizaje, sin tripulantes a bordo. A pesar de la explosión del cohete, no hubo más pérdidas. El primer intento de lanzamiento estaba programado para el lunes pasado, pero se canceló debido a un problema técnico con las válvulas de presurización de la nave. El equipo resolvió el problema y confirmó que estaba listo para el despegue de hoy después de un nuevo control técnico.
El más grande de la historia
A pesar de los problemas iniciales, el Starship se está posicionando como un vehículo espacial destacado en la historia. Es el cohete más grande jamás construido, con una altura de 120 metros y un diámetro de nueve metros. Puede transportar hasta 150 toneladas de carga útil, lo que incluirá instrumentos científicos, tripulaciones y materiales para construir infraestructuras en otros planetas en el futuro.
El cohete Starship también se destaca por su capacidad de reutilización, lo que significa que se puede utilizar en múltiples misiones. Hasta ahora, la mayoría de los vehículos espaciales se desechaban después de un solo uso, como si los aviones fueran desechables después de cada vuelo. SpaceX ha estado trabajando en el desarrollo de cohetes reutilizables durante varios años, como el Falcon Heavy, que se ha convertido en un hito en la exploración espacial. Estos cohetes reutilizables son fundamentales para las misiones interplanetarias del futuro, que requerirán viajes de ida y vuelta a otros planetas del sistema solar.