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Qué ver en el Barrio Gótico de Barcelona: los mejores lugares

El Barrio Gótico es el epicentro de Barcelona y uno de los barrios más cautivadores, repleto de historia y con una gran concentración de lugares destacados para visitar en la ciudad. Además, su variada oferta gastronómica, sus encantadoras callejuelas y una atmósfera que parece trasladarnos a otro tiempo hacen que pasar unas horas aquí sea una experiencia muy entretenida y enriquecedora.

Combinado con un paseo por la frenética y comercial La Rambla, un paseo por las callejuelas medievales y las plazas solitarias de la Ciudad Vieja es la mejor introducción posible a Barcelona y el punto de partida para la mayoría de los visitantes al llegar a la ciudad. Para probar la arquitectura más grandiosa de la ciudad, la Plaça Sant Jaume está flanqueada por dos edificios gubernamentales, el palacio renacentista de la Generalitat y la fachada neoclásica del Ajuntament.

El origen del nombre

¿Sabías por qué se le llama Barri Gòtic? La mayoría de los edificios que conforman este barrio no pertenecen al estilo gótico, y aquí está la curiosidad. El nombre no se debe a una cuestión arquitectónica, sino a una astuta estrategia de marketing. En el siglo XIX, cuando se quería posicionar a Barcelona como un destino turístico internacional, surgió la idea de llamarlo «Barrio Gótico». ¿Por qué? El estilo gótico siempre fue muy valorado y evocaba una época dorada para Barcelona y la cultura catalana.

Por supuesto, el marketing funciona mejor cuando detrás del atractivo nombre hay un producto interesante. Y en este caso, no decepciona, ya que cada minuto que dediques a recorrer el Barrio Gótico de Barcelona valdrá la pena. Así que toma papel y lápiz (o tu dispositivo preferido) porque a continuación te presentamos los lugares imprescindibles que no te puedes perder.

1. Plaza del Rey

En esta encantadora plaza, rodeada de imponentes muros de piedra, con grandes ventanales enrejados y gárgolas, te sentirás transportado directamente a la época medieval. En realidad, más que una simple plaza, es un conjunto monumental que alberga varios edificios pintorescos.

Uno de ellos es el Palau Reial Mayor, que fue la residencia de los Condes de Barcelona y los reyes de la Corona de Aragón entre los siglos XIII y XV. Destaca su característica torre mirador, aunque ya no es accesible al público. También puedes encontrar la Capilla Real de Santa Ágata, construida en el siglo XIV sobre las antiguas murallas romanas. Además, el Museo d’Historia de la Ciutat exhibe restos arqueológicos de Barcino, la antigua Barcelona Romana. Todo esto hace de este lugar un auténtico viaje al pasado histórico de la ciudad.

2. Catedral de Barcelona

Volviendo al tema que mencionamos anteriormente, es cierto que la mayoría de edificios en el Barrio Gótico no son de estilo gótico, pero hay una excepción destacada: la Catedral de la Santa Creu i Santa Eulalia. Su impresionante fachada principal, llena de detalles, y su enorme cimborrio de 70 metros de altura, la convierten en el símbolo inconfundible del Barrio Gótico de Barcelona.

Desde la Placita de la Seu, podrás admirarla mientras escuchas a los músicos callejeros. No dudes en subir la majestuosa escalinata principal para explorar su interior, que esconde algunas sorpresas. Por ejemplo, la cripta con el sepulcro de Santa Eulalia, la sillería del coro y, por supuesto, el claustro con sus 13 ocas. ¿13 ocas?

La leyenda cuenta que Santa Eulalia, la patrona de Barcelona, a una temprana edad, cuidaba ocas en el barrio donde vivía, Sarriá. Cuando se negó a renunciar a su fe cristiana durante la época romana, fue sometida a 13 martirios, uno por cada año de su vida, que culminaron con su crucifixión. Las 13 ocas nos recuerdan este hecho y son la forma en que la ciudad rinde homenaje a Santa Eulalia.

3. Carrer de Bisbe y Puente del Obispo

Esta encantadora y empedrada calle que bordea uno de los laterales de la Catedral es la más famosa del Barrio Gótico de Barcelona, y sin duda una de las imágenes más icónicas de la ciudad. Y la razón detrás de su fama es el Puente del Obispo (o Pont de Bisbe en catalán). Construido en 1928 por Joan Rubió, discípulo del genial Antoni Gaudí, este puente elevado conecta los dos edificios en los extremos de la calle.

Antes de recorrer esta calle, en la esquina de la Catedral, podrás tomarte una foto con las letras que forman la palabra «BARCINO», el nombre romano de Barcelona, justo en frente de las ruinas del antiguo acueducto romano.

Aquí hay una curiosidad: cuando pases por debajo del puente, fíjate en la calavera con una daga atravesada. Según la leyenda, el día en que alguien logre extraer la daga de la calavera, Barcelona se hundirá. ¡Imagina los dramáticos escenarios que se imaginaban en aquel entonces!

4. Plaza de Sant Jaume

Nuestros caminos nos llevarán hasta esta plaza, que es una de las más importantes de Barcelona, ya que alberga tanto el Ayuntamiento como la sede del Gobierno de la Generalitat de Catalunya en sus lados opuestos. Es por eso que esta plaza suele ser el lugar de elección para manifestaciones y protestas en contra de ciertas decisiones políticas (cabe mencionar que en el 99.99% de los casos, estas manifestaciones son pacíficas, así que no hay que preocuparse).

Aunque no sea una plaza especialmente bonita, es el centro neurálgico sobre el cual se asienta el Barrio Gótico, por lo que es inevitable pasar por aquí si estás recorriendo esta parte de la ciudad. Si tienes suerte y visitas la plaza en fechas especiales, podrás disfrutar de eventos y celebraciones, como decoraciones típicas de Navidad o festividades populares.

5. «El beso» de Joan Fontcuberta

Este es uno de los mejores lugares para visitar en el Barrio Gótico con una de las imágenes más famosas y fotografiadas en los últimos tiempos. No se trata de un edificio, una calle o una plaza, sino de una pared en la Plaça d’Isidre Nonell, donde Joan Fontcuberta creó una obra de arte urbano conocida como «petó» (beso).

A simple vista, parece ser solo un beso, pero detrás se esconde una sorpresa. En realidad, es un enorme foto-mosaico formado por 4,000 pequeñas fotografías que representan el concepto de «libertad». Si te acercas lo suficiente, podrás descubrir las pequeñas obras de arte cotidianas que componen esta impresionante obra. No dudes en explorar cada detalle y apreciar la creatividad y el mensaje que transmite.

6. Plaza Real

Si Madrid tiene la Plaza Mayor, Barcelona tiene la Plaza Real. Esta encantadora plaza fue diseñada por Francesc Molina en el lugar donde antes se encontraba un convento de Capuchinos. Se ha convertido en uno de los lugares favoritos tanto para turistas como para locales, y siempre se respira un ambiente muy agradable. Quizás la combinación de elegantes edificios de piedra, soportales que rodean toda la plaza, terrazas, una fuente central y palmeras que embellecen el espacio, tenga algo que ver con ello.

La Plaza Real es un lugar preferido por los artistas callejeros para mostrar su talento e ingenio. Además, aquí se encuentran algunos clubs y salas de conciertos. Esto garantiza que siempre haya algo interesante sucediendo en la plaza, y te aseguro que aburrirse no es una opción aquí. Es un sitio vibrante y lleno de vida que no te querrás perder mientras estés en Barcelona.

7. Plaza de Sant Felip Neri

Este es uno de los rincones más especiales del Barrio Gótico de Barcelona, un espacio encantador y sereno que te invitará a sumergirte en la calma y la belleza durante unos momentos. Rodeada de laberínticas callejuelas, esta pequeña plaza nos brinda una vista privilegiada de la Iglesia de Sant Felipe Neri, de estilo barroco.

Si prestas atención a las paredes de la iglesia, podrás ver las marcas dejadas por el bombardeo del 30 de enero de 1938, en el que 42 personas, muchos de ellos niños, perdieron la vida buscando refugio tras los muros del templo. Es sin duda un lugar significativo que nos recuerda el pasado, no tan lejano, de la ciudad y nos invita a reflexionar sobre su historia. A pesar de las cicatrices del pasado, esta plaza sigue siendo un rincón encantador para disfrutar de la tranquilidad y la serenidad del Barrio Gótico de Barcelona.

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